El mes de marzo marca el final de la poda que se ha llevado a cabo desde el mes de enero. Este año se ha realizado con un tiempo seco y muy frío. Durante el proceso de poda se renueva la madera en la cepa para asentar las yemas productivas donde van a desarrollarse los futuros racimos.Se busca un equilibrio para regular la producción, ya que si se dejan muchas yemas fructíferas habría un exceso de producción que no se desea. La experiencia de los podadores es la que nos ayuda a saber cuántas yemas dejar por cepa. En la poda también es importante no hacer muchas heridas a la cepa porque a través de ellas pueden entrar enfermedades en la madera. Además se eliminan otros posibles problemas destruyendo los restos de poda con su quema.
Una vez terminado este trabajo las cepas empezarán su despertar y continuarán su ciclo vegetativo para crear la nueva añada de godello.
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